Precisamente un día con mi madre después de una sesión de depilación en un centro que comercializa Alquimia, la esteticién muy amable nos regaló una mini- muestra de Reina de Egipto. Se lo agradecimos mucho pero cuando llegamos a casa y lo probamos nos pareció que no había sido suficiente, porque nos había dado una pequeña porción de belleza y juventud eterna. Y no exagero, su aroma es el más femenino y delicioso que jamás he apreciado, y sus efectos son inmediatos. Me encantaría que mi madre pudiera volver a disfrutarlo en plenitud, ya que la muestra apenas duró unos días.
Sin duda sería un regalo de lujo que la haría muy feliz.
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Por: María Fernández
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